El Museo Judío de Praga posee un conjunto de doce mil telas cuyo renombre internacional se debe al hecho de que se trate de la colección más amplia de telas de sinágoga del origen ashkenazí (o centroeuropeo). No obstante, la colección incluye una treintena de telas de origen sefardí (traídas sobre todo del Imperio Otomano) que parcialmente conllevan inscripciones en la lengua judeoespañola escrita con la letra hebrea.
El primer propósito de la ponencia es presentar las traducciones de dichas inscripciones al checo e introducir un nuevo sistema de transcripción entre la lengua romance y eslava. El segundo propósito es explicar cómo estos objetos llegaron a conformar a una colección tan lejana tomando la traductología como el punto de partida y una disciplina integrada que puede enriquecer a otras áreas del conocimiento como p. ej. historia o hispanística.